Sunday, August 20, 2006

Una caricia

Este fin de semana conocí a Gary. Sobre su dentada espalda me la pasé increíble porque sólo tenía que echarme y esperar a que alguien me acercara otra cerveza, entonces sorber y después seguir mirando hacia la esquina del océano. Perdido. Minutos enteros. Sobre Gary comprendí qué era lo que necesitaba este fin de semana. Andaba buscando por otro lado cuando sólo tenía que tomar un autobús y escalar algunos kilómetros hacia el norte del país para recibir lo justo. Allá, por el norte, con Gary debajo, descubrí que lo único que necesitaba era una caricia.

Este es el gran Gary. Gracias Gary, te queremos.

Monday, August 14, 2006

Mogwai


El Sr. Bestia te calienta los oídos
Por Alejandro González Castillo

Glasgow, Escocia. Un lugar frío. Para mantener el cuerpo caliente no basta con permanecer en casa; hay que contar con un sistema de calefacción efectivo o una chimenea suficientemente amplia. Dominic Aitchison, John Cummings, Stuart Braithwaite y Martin Bolloch, se juntaron hace diez años en esas tierras de bajas temperaturas para descubrir que el calor que producían sus amplificadores de bulbos no estaba como para despreciarse, así que sustituyeron la chimenea por una torre de bafles y se hicieron de un número considerable de pedales de distorsión. Ya con el ambiente tibio, esos cuatro manufacturaron algunas piezas y titularon su proyecto sonoro como Mogwai. Algunos sencillos, un siete pulgadas, una compilación y un EP después, el combo ya tenía en las calles su disco debut: Young Team (1997), un aplastante tratado de distorsión y disonancia. Ruido, lo llaman por ahí. Come On Die Young (1999) trajo consigo la inclusión de un nuevo par de brazos, prestos para engordar ese cuerpo de acero distorsionado; los de Barry Burns. Rock Action (2001) y Happy Songs For Happy People (2003) siguieron la estela de voltios. A lo largo de su lista de platos, Mogwai fue dosificando los niveles de distorsión, mientras sus directos se ganaban una fama a pulso: mantenerse cerca de la tarima cuando ellos ejecutaban definitivamente era peligroso para la salud.

Mr. Beast, el quinto álbum de los escoceses, puede ser escuchado en casa a buen volumen, pero lo mejor es mantener el dedo cerca del control, porque estos sujetos no se hacen responsables de despistados con cócleas reventadas. Grabado entre abril y octubre del año pasado en su propio estudio, Castle Of Doom, y producido por Tony Doogan, este Sr. Bestia no es del todo amable con los de oídos quisquillosos, o al menos eso aparenta con el par de tracks que abren la sesión: “Auto Rock” y “Glasgow Mega Snake”, dos trozos de acero electrificado que casi huelen a carne chamuscada. En cambio, “Friend Of The Night” es un premio para quien ha tolerado estoicamente la dosis de wataje; una pieza construida para escalar emociones gradualmente y al final dejarse caer al vacío. Con “Travel Is Dangerous” y “Folk Death 95” la fórmula “voy a aparentar que todo está bien y te besaré, pero después voy a masacrarte el rostro a martillazos” es explotada una vez más con buenos resultados. Por otro lado, la triada compuesta por “Team Hended”, “Emergency Trap” y “I Chose Horses” (la última con la voz de Tetsuya Fukawa, miembro de Envy), provocan un estado de ánimo que invita a relajar los músculos. Es probable que el escucha vuelva a esas tres una vez que termine de escuchar Mr. Beast, y lo hará para aligerar el temblor de manos que va a heredarle “We´re No Here”, la última pieza; una sacudida salvaje e inclemente de distorsión. Si al terminar la sesión con el Sr. Bestia tus orejas están ardiendo, no hay que preocuparse demasiado, es hasta cierto punto normal, eso significa que estás al tanto de que el calor de los bulbos puede llegar más lejos de lo que creías.

Publicado en Círculo Mix Up No. 157, abril 2006.
Mogwai. Mr. Beast. Matador Records, 2006.