Broadcast
Broadcast
¿Quién dijo que las máquinas carecen de alma?
Por Alejandro González Castillo
Publicado en Círculo Mix Up No. 156, marzo, 2006.
La nueva obra sonora de Broadcast es una verdadera belleza. Un trabajo donde Trish Keenan y James Cargill manipulan los botones de viejos artefactos, como si en lugar de estimular máquinas frías se tratara de cuerpos agonizantes a los que hubiera que reanimar el corazón. Tender Buttons aloja catorce maniobras de resucitación a viejos teclados, aparatos ya desahuciados tras sufrir ataques inclementes de interferencia y óxido. La violencia del paso del tiempo.
No siempre hubo dos sujetos detrás de ese proyecto llamado Broadcast. Cuando su historia comenzó, en 1995, en su ciudad natal, Birmingham, Inglaterra, había cuatro hombres cuidándole la espalada a Trish, mientras ella daba la cara al público. Desde entonces esos cinco tenían bien claro el nombre de su tótem sonoro -United States Of America- y una afición por los viejos teclados análogos, así que los que sabían de la existencia del quinteto ya corrían la voz de que un hijo bastardo de Stereolab se tambaleaba por el suelo. El compilado de sencillos aparecido un par de años después, Work And Non- Work, trajo consigo la inclusión del conjunto al catálogo de Warp Records y además entusiastas expectativas sobre lo que sería la carrera del grupo, todas confirmadas con The Noise Made By People y el sucesor, Ha Ha Sound. Curiosamente, con cada disco el proyecto fue adelgazando su lista de integrantes; primero partió el baterista, después el tecladista y finalmente el encargado de la guitarra.
Producido, grabado y ejecutado solamente por Trish y James, Tender Buttons aloja el viejo sello de casa, ese que obtuvieron grabando sus discos en una iglesia abandonada, ayudados de fríos teclados entibiados con melodías pop y el vaho caliente de la fina voz de Trish. Pero esta vez hay un dejo de folk melancólico y confesional articulado de manera singular por Keenan: “comencé a hacer escritura automática cada mañana, al principio casi todo carecía de sentido, pero creo que las palabras tienen vida propia y si las expulsas azarosamente, por su naturaleza crean un sentido. El lenguaje sólo requiere ser comprendido”. Y vaya lenguaje el de Tender Buttons; historias que desnudan las obsesiones de Trish acompañadas de teclados interferidos por zumbidos incisivos, una Commodore 64 reverberada hasta el extremo y un fuzz fastidioso acompañado de una caja de ritmos arrebatada de un Atari destartalado, ese que aloja los traumas de tu niñez. Cuando “I Found The F”, el track que abre la sesión, comienza a invadir el aire, hay que prepararse para una estimulación ótica que orilla a recapacitar seriamente la posibilidad de que las computadoras posean alma. Trish ya está convencida: “la visión de Broadcast es la del encuentro de las emociones humanas con el mundo electrónico. La convicción de que existe una compatibilidad entre el hombre y la máquina”. Eso, máquinas con sentimientos, usuarios solitarios… ¿has llegado a sentir que un electrodoméstico es tu alma gemela? ¿Algo andará mal si sobas sus botones con ternura?
Broadcast. Tender Buttons. Warp Records, 2005.
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